martes, 29 de abril de 2014

LOS DISCOS DE 1969. Supersnazz.



THE FLAMIN' GROOVIES
"Supersnazz"
1969







Los Groovies eran o probablemente siguen siendo (tengo noticias de que siguen rocanroleando), un grupo de rock 'n' roll, boogie, blues y R & B, géneros de raíces profundas, música básica pero llena de sentimiento y estos californianos eran la imagen viva de la energía, el sentimiento, el ritmo y la maestría, la enorme maestría que mostraban en el manejo de sus instrumentos, los tiempos y el ritmo.

En los Groovies, no hay sofisticaciones, no hay efectos especiales ni variedad de instrumentos, pero con las guitarras y los tambores hacían una música magistral y virtuosa.

Sus cuatro primeros discos, que son los que conozco: Sneakers, Supersnazz, Flamingo y Teenage Head, son simplemente geniales, con composiciones propias o covers sensacionales, que tienen la extraña virtud de tener el sello de los Flamin', sin dejar de ser las piezas clásicas que son.

Y como estamos repasando los discos de 1969, corresponde homenajear al primero de sus discos L.P. que para muchos conocedores es el mejor  y se llama "Supersnazz", una obra fuera de lo común en el contexto en que se produjo: los fundadores de la banda, estaban deslumbrados por los sonidos de la "Ola Inglesa", eran fans de los Beatles y otros grupos del otro lado del Atlántico.

Nacieron en San Francisco, la Meca del "hippismo" y en la época en que este estaba en su apogeo, es más, el disco que nos ocupa se publicó en 1969, el año estelar del movimiento, el del verano del amor, el del Festival de Woodstock, cuando los sonidos de la sicodelia resultaban irresistibles y no había banda que no se dejara seducir por ellos, pero los Flamin' no.

Ellos hicieron un disco de Rock and Roll cincuentero, Blues y R&B, con piezas propias y algunos covers de impecable ejecución, Cyril Jordan (guitarra, vocales), Roy Loney (guitarra, vocales), George Alexander (bajo, armónica, vocales), Tim Lynch (guitarra, armónica, vocales) y Danny Mihm (batería) eran todos excelsos ejecutantes de sus instrumentos, compositores de canciones consistentes y potentes y así como divirtiéndose, jugando, hicieron un gran disco que sorprende a cada momento con detalles virtuosos de los guitarristas, la base rítmica y hasta el canto, si es un disco de revival, pero con un sound absolutamente de la época, después vendrían otras grandes obras y una segunda vida de los Groovies, ya instalados en Europa, pero esa... esa es otra historia.






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